La Bastida de les Alcuses. Moixent. 1928

02-07-192829-07-1928Gonzalo Viñes Masip
"Las sierras, en algunos puntos abruptas, que separan el valle de Albaida del río Cáñoles, pierden altura y se fraccionan en pequeños y aislados montículos al llegar a tierras del Alforí, por un lado y les Alcuses de Mogente por otro. En uno de esos cerros aislados, de estrecha y larga cima, con acceso difícil por sus laderas pinas, se muestran bien visibles las ruinas de un poblado que debió ser importante a juzgar por la extensión de su emplazamiento, que alcanza más de 700 metros de diámetro mayor..."

(El Servicio de Investigación Prehistórica y su Museo de Prehistoria en 1928: 21-22)

"La primera campaña de excavaciones se inició el 1 de de julio de 1928, durando hasta el 29 del mismo mes. Se eligió, para comenzar los trabajos, una zona de cuarenta metros de larga por quince de ancha, en la ladera norte, a cosa de cincuenta metros de la cumbre, que se halla a 741 metros sobre el nivel del mar, en terreno ligeramente inclinado hacia el N-NE. A unos diez metros ladera abajo de la zona citada se notaba un camino de ronda inmediato a la muralla. Se excavaron los departamentos y espacios 1 al 57, 96 y 98, sobre algunos de los cuales se volvió a trabajar en campañas posteriores"

(Fletcher et alii 1965:19)

"El suelo del poblado, aparte de las murallas de piedra en seco derrumbadas y los amontonamientos de pedruscos que indican las fortificaciones de las puertas, deja ver claramente en muchos sitios los emplazamientos de las casas que rellena un estrato que ha dado en la primera campaña un total de 116 vasos variados junto cerca de 2000 objetos, entre los que se cuentan varios de extraordinario interés arqueológico."

Entre los hallazgos cerámicos de esta primera campaña se cuenta "cerámica helenística (...) con decoración de rojo por reserva", "campaniana" (un oenochoe, cráteras, schyphos, copas de pié bajo, platos grandes, etc.) y "cerámica indígena, toda hecha a torno, pobre en cuanto a decoración, tiene extraordinaria riqueza de formas, algunas nuevas (...)".

También se encontraron fusayolas, pesas de telar y otros objetos de barro; objetos de bronce y cobre ("40 fíbulas hispánicas y una de la Téne I", pulseras y brazaletes, "27 anillos-aretes y tres sortijas", pinzas, platillos de balanza, "dos grandes botones, uno con esvástica y otro con ornamentación calada y fragmento de otro", dos "elementos activos de broches de cinturón de tipo rectangular, una decorada con incrustaciones de plata y motivos incisos, y el otro sólo con éstos; un fragmento de la misma clase de pieza; y un elemento hembra del mismo tipo de broche", una campanilla, etc.); objetos de hierro, como armas ("4 lanzas, varias jabalinas de distintos tipo", "dos asideros de escudos, uno de ellos casi completo", "doce cuchillos y 22 fragmentos de otras láminas cortantes", regatones, etc.), aperos de labranza ("cuatro hoces y dos podones. Azadón, azuela, zapapico, hachitas y otros útiles semejantes.") y fragmentos de llaves; aros de oro; objetos de piedra (molinos, "probables balas de onda", etc.); objetos de hueso y marfil (punzones, alfileres, etc.); restos de fauna (colmillos de jabalí, huesos de ciervo, huesos de cabra, etc.); y gran número de conchas, "especialmente de pechina y de cardium".

En cuanto a las piezas de plomo, destaca "una delgada lámina rectangular de plomo que mide 18 centímetros de largo por de ancho, escrita por ambos lados con caracteres ibéricos, sujetándose al pautado de líneas horizontales incisas, aproximadamente equidistantes. Se escribió de derecha e izquierda, hay algunos renglones escritos en parte y separadas las frases con líneas perpendiculares de puntos. Lleva en total 273 signas, 177 en una cara y 96 en la otra. En el texto de una de ellas, compuesto por diversas notas escritas algunas veces sin más separación que las citadas líneas de puntos, obsérvase la particularidad de que algunas de las frases han sido tachadas can una raya horizontal menos recta y profunda que las del pautado, dejando en cambio subsistentes otras frases, alguna en medio de las tachadas; lo que desde el principio hizo pensar que el aludido texto no sea sino una serie de apuntes."

"Se halló esta lámina arrollada, en espiral aplanada, en posición horizontal y asomando un extremo entre el material que servía de asiento a un molino a brazo existente en una vivienda, dando la impresión de haberse dejado allí intencionalmente. Las circunstancias del hallazgo permiten atribuir a tan interesante documento la fecha de destrucción del poblado y con ella darle una cronología que avalora su importancia científica."

(El Servicio de Investigación Prehistórica y su Museo de Prehistoria en 1928: 22-30)


La Bastida "resultó ser la gran revelación para los estudios ibéricos del momento por la riqueza de sus hallazgos así como la espectacularidad de sus ruinas, y así se recoge en la noticia del 18 de agosto de 1928 del diario La Semana Gráfica en que se denomina como «la nueva Pompeya»"

(Bonet y Vives-Ferrándiz 2011: 12)













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