Un interesante vaso de los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia)
Enrique Pla Ballester
Milagros Gil-Mascarell Boscà
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E. PLA BALLESTEE
M. GIL·MASCARELL
(Valencia)
UN INTERESANTE VASO DE LOS VILLARES
(Caudete de las Fuentes-Valencia)
El yacimiento de Los Villares se encuentra situado sobre una pe
queña colina, de forma achatada, que se levanta a quinientos metros
al sur de Caudete de las Fuentes y desde cuya cima se domina perfectamente la carretera Madrid-Valencia. Cuando en 1955 se visitó el
yacimiento por primera vez, la casi totalidad de su superficie se encontraba roturada y plantada de viñas, con la única excepción de la
parte más elevada, donde, según parece, nunca se dio cultivo profun-
do. Esta razón motivó que fuera elegida tal zona para realizar las excavaciones, así como que se adquiriera posteriormente, por la Diputación; en la actualijad se está procediendo a la instalación de una ~er
ca metálica, quedando así protegida de las depredaciones clandestinas e intacta para futuras campañas de excavaciones. El resto del yacimiento, como decíamos, ha sido destruido por las labores agricolas
resultando casi inservible para la investigación, aunque los materiales arqueológicos afloran con facilidad y de manera abundante cada
vez que se pasa el arado o se realiza cualquier tipo de trabajo agrícola, e incluso cuando tras 'una lluvia las aguas producen erosiones poniendo al descubierto restos ocultos hasta entonces. Como es natural,
los rebuscadores han frecuentado el yacimiento y sus hallazgos suelen ser fructíferos.
Las n·oticias de objetos aparecidos datan ya de antiguo y la-mayor
parte de los hallazgos fueron a parar a colecciones particulares que se
vendieron o se han perdido. Almarche ( 1) señala que ya en la mitad
(l)
F. ALMARCHE: •La antigua civilización illt\rica en el Reino de Valencia». Valencia, 1916, pág.
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del siglo pasado, Madoz da cuenta del hallazgo de un buen contingente de monedas y vasijas; así mismo, ofrece una relación de otros objetos encontrados en el yacimiento, entre los que destacaremos por su
importancia un lote de joyas de oro y plata que fueron vendidas en
19 13: entre éstas habia un collar de oro y parte de dos fíbulas de pla-
ta cuyos puentes estaban adornados con dos cabezas de caballo y
una figura humana y con una escena venatoria, respectivamente. La
atribución de estas joyas al yacimiento de Villares no nos merece
grandes garantías. Lo mismo podríamos decir del casco de plata (2)
cuya asignación a Sinarcas, a Villares y ahora, sin más fundamento, a
Caves de Vinromá, pone de manifiesto los problemas con que tropezamos a la hora de vincular estos hallazgos a un yacimiento concreto, lo
cual, por otra parte, es lógico dado que todas estas piezas estuvieron
en manos de coleccionistas, que, o confundieron las procedencias o
perdieron sus notas. Lo que sí es cierto, es que rebuscas posteriores no
han sido tan felices en el hallazgo de joyas, al menos que sepamos.
Durante estos últimos años, los vecinos de Caudete, Francisco Gabaldón Valle y Rafael Gabaldón Sierra, se han dedicado sistemáticamente a recoger los materiales que los trabajos agrícolas, lluvias y el
acaso, han ido poniendo al descubierto, materiales que han conservado en sus domicilios y que en la actualidad van a formar parte de un
pequeño Museo Municipal. Estos han estado a la disposición del Servicio de Investigación Prehistórica en todo momento y su dirección ha
encargado en la actualidad a un equipo de investigadores su estudio y
catalogación. Entre estas piezas se encuentra una vasija que por su
interés merece que le dediquemos el presente trabajo (3).
Pero antes de pasar a su estudio, creemos conveniente resumir los
resultados de las excavaciones efectuadas en Los Villares para poder
encuadrarla mejor tanto cultural como cronológicamente.
En el yacimiento se han realizado cuatro campañas de excavaciones por el Servicio de Investigación Prehistórica de la Excma. Diputación, cuyos resultados han sido publicados en notas preliminares (4).
121 J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: ~cuco de plata céltico de la Edad del Hierro». Investigación y
Progreso, año VlU, Dúw. 1, Madrid 1934, pé.g. 22.
(3) En otra parte de este volumen se estudian cinco lmicripclontls ibéricas procedentes de este yac!·
miento, entregadas al S. I. P. por los 9Bilores Gabaldón. Véase D. FLETCHER: •Cinco inscripciones ibéri·
cas de Los Villares (Caudete de las Fuentes)~.
141 E. fLA BALLESTER: wActlv!dades del Servicio de Investigación Prehistórica (1946-i S55)». Ar·
chivo de Prehistoria Levantina Vl, Valencia 1957, pág. 21 J.
E. PLA l!ALLESTER: «Actividades del Se!'VIcio de Investigación Prehistórica (1956-i 9~0)~. Archivo
de Prehistoria Levantina DC, Valencia 1961, pé.g. 217.
E. PLA BALLESTER; «Vlllares», Bolet!n de Información de la Casa Hogar da Utiel y su Comarca, ario
III, núm. 26, Valencia 1961.
E. PLA BALLESTER: «Nota preliminar sobre «Los Vlllares(Caudete de las Fuentes)~. Crónica del VU
c. N. Arqueologla (Barcelona 1961), Zaragoza 1962, pé.g. 233.
D. FLETCHER: «La labor del Servicio de Investigación Prehlstórica y su Museo en el pasado 11ño
1959•. Valencia 1964, pág. 52.
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VASO DE LOS VILLARES
3
La zona escavada no es muy grande y se localiza en la parte más
elevada del cerro donde las labores agrícolas, como dijimos, habían
destrozado en menor medida el yacimiento. Se pusieron de manifiesto
tres niveles cuya síntesis es como sigue:
Nivel Superior. Pertenece a un poblado tipicamente ibérico, tanto
por sus estructuras como por sus materiales. Entre estos últimos destacamos la presencia de cerámicas áticas de figuras rojas así como de
barniz negro, las cuales permitieron fljar el fmal del poblado entre el
300 y 250 a. de C. El resto de los materiales tanto cerámicos como
metálicos siguen el esquema de nuestros poblados ibéricos.
Nivel Medio. Por debajo del anterior aparecieron otros muros y
cerámicas pertenecientes a vasijas hechas a torno con decoración
simple a base de franjas y filetes horizontales o a lo sumo de motivos
geométricos sencillos; en proporción semejante, existe también cerámica «arcaizante}) de pasta grosera y hecha a torno. No existen materiales áticos. Este nivel fue situado en el siglo V a. de C.
Nivel Inferior. Por debajo del pavimento anterior hecho de tierra
apisonada afloraron otros muros en muy mal estado de conservación
y cerámicas de pasta grosera pertenecientes a vasijas hechas a mano,
generalmente lisas excepto algunos fragmentos decorados con incisiones geométricas y cordones con impresiones digitales. Por sus características fue clasificado como perteneciente al Bronce Valenciano.
En la última campaña de excavaciones se observaron en algunas
pequeñas zonas restos de un nivel superior, cuyo estrato babia sido
vaciado en fecha indeterminada para igualar la superficie del campo
y hacerlo fácilmente laborable, estrato que se deduce de la existencia
de alguna moneda de época republicana que debió ocupar el yacimiento en fecha posterior a la deducida por la estratigrafia antes
mencionada.
Estos materiales ptocedentes de las excavaciones se encuentran
por estudiar a excepción de algunas cerámicas importadas (5), de
unas pocas bicromas (6), de un vasito de cerámica roja (7) y de varios
hierros (8).
151 G. TRIAS; •Cerámicas griegas de la Penlnsula Ibérica., Valencia 1967, pág. 32L
161 E. PLA BALLESTER y M." A. VALL: •Cerámicas policromas en los poblados ibéricos valencia·
nos»- Crónica del X C. N. Arq. (Mahón 1967). Zaragoza 1969, pi\g. 2B8.
171 E. CUADRADO: «Materiales ibéricos: cerámica roja de procedencia lndertED. Zephyrus IV, Sa·
!amanea !953, pág. 254.
(8) E. PLA BALLESTER: « ibéricos en la reglón valenclan11», Estudios de
Econom!a Antigua de la Pcnlnsula Ibérica. Barcelona 1968, pág. 143.
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E. PLA llAllESTER y M. GIL-MARCARELL
Las cronologías dadas son provisionales en espera de un estudio
más detenido del yacimiento. De lo que no cabe duda es que Los Villares, con sus tres niveles, continúa siendo un yacimiento clave para el
estudio de la etapa que va desde el Bronce Valenciano hasta la Cultura Ibérica plenamente formada, con todos los elementos que la estructuran y definen como tal.
Dentro de un momento de transición se inscribe, posiblemente, la
vasija decorada con incisiones que, hallada por Rafael Gabaldón, motiva el presente trabajo.
El vaso, reconstruido, es de perfil en forma de cazuela abierta con
reborde saliente ligeramente inclinado y base lo suficientemente aplanada para mantener el equilibrio; asa en cardan de corte semicircular
alargado con la cara curva en la parte externa y pequeñ.o orificio; su
decoración totalmente incisa se agrupa en dos zonas: en la parte de
encima del reborde y en el tercio superior del cuerpo. En aquella se
compone por una franja en zig-zag compuesta por series de cinco o
seis segmentos inclinados y paralelos entre si que llenan por completo
el borde; la otra zona decorada, está formada por amplia cenefa constituida por metopas, unas con ajedrezado inclinado con los escaques
alternando por cuadros de segmentos con otros lisos, y las otras metopas compuestas por columnas formadas por grupos paralelos de cinco
o seis líneas incisas verticales y lisas. Pasta gris clara con pequeño
desgrasante calizo y superficies alisadas con tonos variados que van
del gris oscuro al pardo claro. Mide: diám. máximo 193 mm., diám.
boca, 190 mm.; alt., 120 mm. (fig. 1 y Lám. I).
Desgraciadamente fue hallada de manera casual, desconociendo,
por lo tanto, su exacta localización así como su posición estratigráfica. Este hecho nos impide, como es obvio, su atribución a un nivel
concreto, privándonos de un elemento más para la cronología del nivel al que pertenecería, así como de conocer uno de los momentos en
que se producen influencias y préstamos exteriores. Datos estos, de
gran interés, dada la. problemática existente en el País Valenciano en
torno a lo que podríamos llamar Bronce Final-Hierro I (9).
(9) E. PLA DALLESTER: «El problema del tránsito de la Edad del Bronce a la del Hierro en la Re·
gión Valenciana». Crónica del V C. N. Arq. (Zaragoza 1957). ;'!aragoza 1959, pág. 132.
D. FLETCHER: ~La Edad del Hierro en el Levante espai\oll, IV Congrsao In ter. de Ciancias Prehistóricas y Protohistóricas. Madrid. 1954.
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VASO DE LOS VI!LARES
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El vaso de Los Villares por sus rasgos morfológicos y tras su comparación con los hallazgos de otras zonas peninsulares donde el horizonte preibérico está defmido y sistematizado, como a continuación
veremos, presenta ciertos rasgos emparentables con éste a la vez qUe
posee otros que le son propios y característicos.
o
Fig. l.
En efecto, en los campos de urnas catalanes se observa a lo largo
del período una evolución en las formas cerámicas que ya desde las
urnas de cuerpo bicónico hacia fornias más globulares, llegando en
algunos casos a ser ovoides sin dejar de evidenciar basta el último
momento su primitiva forma bicónica. Esta tendencia ha sido seftalada, entre otros, por Maluquer (10), Palol (11) y Vilaseca (12). Para es-
(101
J. MALUQUER; d.aa culturas ballatatticu 8D Cataludu. Ampurlas VII-VIII. Barcelona 1946,
pág.JI5.
OlJ
P .. de PALOL: d.a necrOpollil ballatattica de Agullmu, Bibl. Prae-bistórlca Hispana, Madrid
1958, pág. 223.
(12) S. VILASECÁ: cReus y &u entorno en la Prebiatoriu. Asociación de Estudios Reusenses, Reus
1973, pág. 259.
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tos autores una de las características fundamentales del momento
avanzado de la cultura de los campo de urnas son las vasijas de cuerpo globular en contraposición al perfil en S quebrada propia de los vasos precedentes, así las vemos en Les Obagues de Ulldemolins (13),
Colomina de Gerp (14), en algunas de Roques de San Formatge (15),
en Can Missert de Tarrasa {16), etc. Ahora bien, si en el perfil del
cuerpo encontramos alguna semejanza, no ocurre lo mismo con el resto de los elementos constitutivos del vaso: el galbo de los bordes suele
ser, dentro de su variedad, exvasado, recto o cUIVado; predominan
J.os pies altos; las asas son grandes y generalmente acintadas y, fmalmente, la decoración incisa, frecuente en los campo de urnas catalanas, difiere en cuanto a motivos y aspecto general del vaso que estudiamos. Quizá sea en los vasos de ofrendas donde podríamos encontrar los precedentes más exactos por su tamaño y forma, pero desgraciadamente éstos se encuentran menos sistematizados. A pesar de lo
cual Palol señala para Agullana una evolución que va desde los bicónicos con decoración incisa a los esféricos con tendencia al cuenco en
los tipos más modernos (17),
Los paralelismos del vaso de Los Villares con los de este mismo
horizonte .cultural en el Bajo Aragón, sin ser en ningún caso exactos,
presentan una mayor semejanza. Los perfiles bitroncocónicos suaves
tendiendo a globulares, los encontramos en Roquizal del Rullo (18)
donde la base suele ser plana o ligeramente cóncava; el asa, situada a
la mitad del vaso, de saliente perforado y finalmente predomina la decoración a base de incisiones formando motivos variados entre ellos
rombos rellenos de trazos incisos (19). El perfil con tendencia globular
y con el mismo tipo de asa lo encontramos también en Azaila (20) y en
(13)
las urnas
( 14)
1964-65,
(15)
Exc. Arq.
s. VILASECA: •El campo de Urnas de les Obagues del Montsant y la evolución de la cultura de
en el sur de CataluñYI. Arch. Esp. de Arq. 66, Madrid 1948, pág. 28.
L. DIEZ CORONEL: •La necrópolis de Colomina de Gerp (Lérida)•. Ampurias 26-27, Barcelona
pág. 71.
R. PITA y L. DIEZ CORONEL: ~La necrópolis de Roques de San Formatge en Seras (Lérida].
en España 59, Madrid 196!1,
(161 M. ALMAGRO: •Los campos da urnu en :Espa1l.W1 en Historia de :España dirigida por Menéndez
Pida!, T. l., Madrid 1952, pág. 161. flg. 122c.
(171 Ob. cit nota 11, núms. 44, 90 y 30 bis.
(181 J, CABRE: •Excavaciones en el Roquizal del Rullo, término de Fabera, provincia de Zaragoza,
dirigidas por don Lorenzo Pérez Temprano-. M. J. S. E. A. nUm. 101, Madrid 1929, Lám.lX, XII y XIII.
( 19) Ob. cit nota anterior, LAm. VIII.
(20) M. BELTRAN LLORIS: 1Arqueologla e historia de las ciudades antiguas del Cabezo de AlcaM
do Araila (Teruell~. Zarogoza 1967, flg. 11, núm. 606 y fig. 21, núm. 22.
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los cuencos de Cabezo de Monleón (21), Zafaras (22) y Tossal
Redo (23); las decoraciones a base de rombos en Escondinas Altas (24) y San Cristóbal de Mazaleón (25). Sin embargo estas incisiones
son siempre mucho más profundas, anchas y menos cuidadas que las del
vasc que nos ocupa asi como los bordes altos y abiertos, en el Bajo Aragón, difieren asimismo del nuestro.
Otra zona, que dada la situación geográfica de Los Villares, nos
seria de gran interés es la de la Meseta Sur y concretamente Cuenca y
Albacete pero por desgracia los hallazgos son escasos y mal conocidos. Así, en Cuenca, aparte la necrópolis de Las Madrigueras (26),
se sabe de la existencia de yacimientos de este momento, tales como Villar
del Horno, Villanueva de los Escuderos, Uclés, etc. (27) pero todos ellos
inéditos.
También podríamos encontrar semejanzas, más o menos aproximadas, en otras áreas tanto peninsulares como francesas, pero creemos que dado el carácter del estudio que realizamos y su finalidad,
los argumentos arriba esbozados son suficientes para situar el vaso
cultural y cronológicamente.
Hemos dejado deliberadamente para el final la zona del País Valenciano debido a su problemática especifica. Desde la publicación de
Pla Ballester (28) hasta nuestros días, los hallazgos pertenecientes a
este momento cultural, se han ido incrementando y aunque es prematuro intentar una sistematización de este periodo, podemos afirmar
que se nos presenta con una enorme complejidad a juzgar por las diversas influencias que se manifiestan las que quizá cristalicen en una facies propia que estamos todavía lejos· de definir.
(21) A. llELTRAN: •Prehistoria del Bajo Aragón». Zaragoza 1965,_p~g. 130.
l'. JORDA y V. DURBAN: «Una nueva estación de cerámica axdsa, El Vado (Caspel•. Crónica del Il C.
N. Arq. (Madrid, 1951). Zaragoza 1955, pé.g. 363, fig. l.
A. BELTRAN: •Avance sobre la ceré.mica excisa del Cabezo de Monleón, Caspeo. Crónica del IV C. N.
Arq. (Burgos 19551. Zaragoza 1957, tipo 1 y 2.
(221 M. PELLICER: .Zé.foras, nuevo yacimiento con ceré.mica exclsa en Caspa•. Crónica del V C. N
Arq. (Zaragou 19571. Zaragoza 1959, fig. 3.
(231 P. BOSCH GIMPERA: •Campanya arqueol<'Jglca de I'Instltnt d'Estudis Catalana allimit da Catalunya i Aragó». AIEC, 1913-14, pé.g. 822, fig. 59 a.
(241 P. BOSCH GIMPERA: «Les investigacions de la cultura ibérica al Baix Aragóo. 1\.IEC 1915·¿0.
644! nll. 456.
páB.
(25) Ob. cit. nota anterior, pé.g. 644.
(26) M. ALMAGRO GORBEA: tLa necrópolis de las Madrigueras!. Bfbl. Praehlstorica Hispana. vol.
X, Madrid 1969.
(27) M. OSUNA: d'oblamfento primitivG en la provincia de Cuenca (Paleolítico a romani~ación)•.
Revista cuenca núm. 7, Cuenca 1975, sin paginación.
128
Ob. cit. núm. 9.
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E PLA BALLESTER y M. GIL·MARCARELL
L1.s incisiones como motivo decorativo están ausentes, salvo excepciones, en el Bronce Valenciano, reapareciendo en su momento final y siendo ya frecuentes en horizontes preibéricos. Las encontramos
:mr ejemplo en los yacimientos de Castellet (29), Torre de Foyos (30),
vinarragell (311, Cova del Cavall 1321, Mola d'Agres (331 y Villena (341.
tiliora bien, la técnica y los mismos motivos varlan considerable~
mente entre unos y otros yacimientos (35) pudiendo incluir el vaso de
Los Villares entre aquellos cuya técnica es más cuidada y los motivos
más complejos y elaborados.
Si la decoración encaja dentro de este momento, no así su forma.
Esta, por el contrario, la e~contramos en el nivel superior, ibérico, del
mismo poblado, en vasos hechos a torno, sin asas, de borde vuelto hacia afuera y con el cuerpo globular, habiendo perdido su primitiva
forma bitroncocónica.
Como conclusión a lo dicho hasta ahora, podemos afirmar, que
nos encontramos ante una fonna cerámica de tradición Bronce Final-Hierro I como lo evidencia su forma globular con rasgos de las bitroncacónicas, el tipo de asa y su decoración incisa. Por la forma del borde,
por la técnica de las incisiones, por el motivo decorativo y finalmente por
su aspecto general creemos que la podemos incluir en un momento avanzado de aquella etapa.
El problema se plantea a la hora de darle una cronología absoluta.
Atendiendo a la estratigrafia del yacimiento, no cabe duda que debe
situarse entre el nivel inferior y medio. En aquel existen,junto con cerámicas características del Bronce Valenciano, otras incisas pero realizadas de modo más tosco y descuidado que el vaso que tratamos, lo
que nos inclina a considerarlas de cronología más antigua. Por otra
(29) f. ESTE VE: rUn poblado de lo. primara Edad del Hierro en la Plana de Cas!ellón.. Ampurias 6,
Barcelona 1944, pág. 141.
(30) M. GIL-MASCARELL: «La Torre de Foyos ILlucena, Costellól. Elementos para su cronologi~L>.
En prensu.
(31) N. MESADO: oVlnarragell (Burrlana-Ca"stellónl~. Trabajo Varios del S. l. P. núm. 46. Valencia
1974..
1321 Véase en este misma volumen C. MATA: d.a cova del Ca.vaU y 11noa enterramientos en urnas
de Liria (Valencia)~.
(33) VéB91! en este mhmo volumen CENTRE d'ESTUDIS CONTESTANS: 1La Mola d'Agres».
(34) J. M. SOLER: JEL tesoro de Villenal. Exc. A.rq. en España, 36, Madrid 1965.
(35) No es este ellug~r de analizlll' estas difeNinclas y sus posibles causas sino simplemente dejar
constancia de! hecho.
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parte, en el nivel medio, hoy por hoy, sólo han aparecido cerámicas a
torno. El vaso rio encaja, pues, plenamente en ninguno de los dos niveles. Ante ello, y teniendo en cuenta los elementos analizados hasta
p.hora, creemos, que no resultaría aventurado situarlo a lo largo del
siglo VI a. de C. lo que equivale a incluirlo o bien en el momento final
del nivel inferior o bien en el inicio del medio.
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UN INTERESANTE VASO DE LOS VILLARES
(Caudete de las Fuentes-Valencia)
El yacimiento de Los Villares se encuentra situado sobre una pe
queña colina, de forma achatada, que se levanta a quinientos metros
al sur de Caudete de las Fuentes y desde cuya cima se domina perfectamente la carretera Madrid-Valencia. Cuando en 1955 se visitó el
yacimiento por primera vez, la casi totalidad de su superficie se encontraba roturada y plantada de viñas, con la única excepción de la
parte más elevada, donde, según parece, nunca se dio cultivo profun-
do. Esta razón motivó que fuera elegida tal zona para realizar las excavaciones, así como que se adquiriera posteriormente, por la Diputación; en la actualijad se está procediendo a la instalación de una ~er
ca metálica, quedando así protegida de las depredaciones clandestinas e intacta para futuras campañas de excavaciones. El resto del yacimiento, como decíamos, ha sido destruido por las labores agricolas
resultando casi inservible para la investigación, aunque los materiales arqueológicos afloran con facilidad y de manera abundante cada
vez que se pasa el arado o se realiza cualquier tipo de trabajo agrícola, e incluso cuando tras 'una lluvia las aguas producen erosiones poniendo al descubierto restos ocultos hasta entonces. Como es natural,
los rebuscadores han frecuentado el yacimiento y sus hallazgos suelen ser fructíferos.
Las n·oticias de objetos aparecidos datan ya de antiguo y la-mayor
parte de los hallazgos fueron a parar a colecciones particulares que se
vendieron o se han perdido. Almarche ( 1) señala que ya en la mitad
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del siglo pasado, Madoz da cuenta del hallazgo de un buen contingente de monedas y vasijas; así mismo, ofrece una relación de otros objetos encontrados en el yacimiento, entre los que destacaremos por su
importancia un lote de joyas de oro y plata que fueron vendidas en
19 13: entre éstas habia un collar de oro y parte de dos fíbulas de pla-
ta cuyos puentes estaban adornados con dos cabezas de caballo y
una figura humana y con una escena venatoria, respectivamente. La
atribución de estas joyas al yacimiento de Villares no nos merece
grandes garantías. Lo mismo podríamos decir del casco de plata (2)
cuya asignación a Sinarcas, a Villares y ahora, sin más fundamento, a
Caves de Vinromá, pone de manifiesto los problemas con que tropezamos a la hora de vincular estos hallazgos a un yacimiento concreto, lo
cual, por otra parte, es lógico dado que todas estas piezas estuvieron
en manos de coleccionistas, que, o confundieron las procedencias o
perdieron sus notas. Lo que sí es cierto, es que rebuscas posteriores no
han sido tan felices en el hallazgo de joyas, al menos que sepamos.
Durante estos últimos años, los vecinos de Caudete, Francisco Gabaldón Valle y Rafael Gabaldón Sierra, se han dedicado sistemáticamente a recoger los materiales que los trabajos agrícolas, lluvias y el
acaso, han ido poniendo al descubierto, materiales que han conservado en sus domicilios y que en la actualidad van a formar parte de un
pequeño Museo Municipal. Estos han estado a la disposición del Servicio de Investigación Prehistórica en todo momento y su dirección ha
encargado en la actualidad a un equipo de investigadores su estudio y
catalogación. Entre estas piezas se encuentra una vasija que por su
interés merece que le dediquemos el presente trabajo (3).
Pero antes de pasar a su estudio, creemos conveniente resumir los
resultados de las excavaciones efectuadas en Los Villares para poder
encuadrarla mejor tanto cultural como cronológicamente.
En el yacimiento se han realizado cuatro campañas de excavaciones por el Servicio de Investigación Prehistórica de la Excma. Diputación, cuyos resultados han sido publicados en notas preliminares (4).
121 J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: ~cuco de plata céltico de la Edad del Hierro». Investigación y
Progreso, año VlU, Dúw. 1, Madrid 1934, pé.g. 22.
(3) En otra parte de este volumen se estudian cinco lmicripclontls ibéricas procedentes de este yac!·
miento, entregadas al S. I. P. por los 9Bilores Gabaldón. Véase D. FLETCHER: •Cinco inscripciones ibéri·
cas de Los Villares (Caudete de las Fuentes)~.
141 E. fLA BALLESTER: wActlv!dades del Servicio de Investigación Prehistórica (1946-i S55)». Ar·
chivo de Prehistoria Levantina Vl, Valencia 1957, pág. 21 J.
E. PLA l!ALLESTER: «Actividades del Se!'VIcio de Investigación Prehistórica (1956-i 9~0)~. Archivo
de Prehistoria Levantina DC, Valencia 1961, pé.g. 217.
E. PLA BALLESTER; «Vlllares», Bolet!n de Información de la Casa Hogar da Utiel y su Comarca, ario
III, núm. 26, Valencia 1961.
E. PLA BALLESTER: «Nota preliminar sobre «Los Vlllares(Caudete de las Fuentes)~. Crónica del VU
c. N. Arqueologla (Barcelona 1961), Zaragoza 1962, pé.g. 233.
D. FLETCHER: «La labor del Servicio de Investigación Prehlstórica y su Museo en el pasado 11ño
1959•. Valencia 1964, pág. 52.
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La zona escavada no es muy grande y se localiza en la parte más
elevada del cerro donde las labores agrícolas, como dijimos, habían
destrozado en menor medida el yacimiento. Se pusieron de manifiesto
tres niveles cuya síntesis es como sigue:
Nivel Superior. Pertenece a un poblado tipicamente ibérico, tanto
por sus estructuras como por sus materiales. Entre estos últimos destacamos la presencia de cerámicas áticas de figuras rojas así como de
barniz negro, las cuales permitieron fljar el fmal del poblado entre el
300 y 250 a. de C. El resto de los materiales tanto cerámicos como
metálicos siguen el esquema de nuestros poblados ibéricos.
Nivel Medio. Por debajo del anterior aparecieron otros muros y
cerámicas pertenecientes a vasijas hechas a torno con decoración
simple a base de franjas y filetes horizontales o a lo sumo de motivos
geométricos sencillos; en proporción semejante, existe también cerámica «arcaizante}) de pasta grosera y hecha a torno. No existen materiales áticos. Este nivel fue situado en el siglo V a. de C.
Nivel Inferior. Por debajo del pavimento anterior hecho de tierra
apisonada afloraron otros muros en muy mal estado de conservación
y cerámicas de pasta grosera pertenecientes a vasijas hechas a mano,
generalmente lisas excepto algunos fragmentos decorados con incisiones geométricas y cordones con impresiones digitales. Por sus características fue clasificado como perteneciente al Bronce Valenciano.
En la última campaña de excavaciones se observaron en algunas
pequeñas zonas restos de un nivel superior, cuyo estrato babia sido
vaciado en fecha indeterminada para igualar la superficie del campo
y hacerlo fácilmente laborable, estrato que se deduce de la existencia
de alguna moneda de época republicana que debió ocupar el yacimiento en fecha posterior a la deducida por la estratigrafia antes
mencionada.
Estos materiales ptocedentes de las excavaciones se encuentran
por estudiar a excepción de algunas cerámicas importadas (5), de
unas pocas bicromas (6), de un vasito de cerámica roja (7) y de varios
hierros (8).
151 G. TRIAS; •Cerámicas griegas de la Penlnsula Ibérica., Valencia 1967, pág. 32L
161 E. PLA BALLESTER y M." A. VALL: •Cerámicas policromas en los poblados ibéricos valencia·
nos»- Crónica del X C. N. Arq. (Mahón 1967). Zaragoza 1969, pi\g. 2B8.
171 E. CUADRADO: «Materiales ibéricos: cerámica roja de procedencia lndertED. Zephyrus IV, Sa·
!amanea !953, pág. 254.
(8) E. PLA BALLESTER: «
Econom!a Antigua de la Pcnlnsula Ibérica. Barcelona 1968, pág. 143.
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E. PLA llAllESTER y M. GIL-MARCARELL
Las cronologías dadas son provisionales en espera de un estudio
más detenido del yacimiento. De lo que no cabe duda es que Los Villares, con sus tres niveles, continúa siendo un yacimiento clave para el
estudio de la etapa que va desde el Bronce Valenciano hasta la Cultura Ibérica plenamente formada, con todos los elementos que la estructuran y definen como tal.
Dentro de un momento de transición se inscribe, posiblemente, la
vasija decorada con incisiones que, hallada por Rafael Gabaldón, motiva el presente trabajo.
El vaso, reconstruido, es de perfil en forma de cazuela abierta con
reborde saliente ligeramente inclinado y base lo suficientemente aplanada para mantener el equilibrio; asa en cardan de corte semicircular
alargado con la cara curva en la parte externa y pequeñ.o orificio; su
decoración totalmente incisa se agrupa en dos zonas: en la parte de
encima del reborde y en el tercio superior del cuerpo. En aquella se
compone por una franja en zig-zag compuesta por series de cinco o
seis segmentos inclinados y paralelos entre si que llenan por completo
el borde; la otra zona decorada, está formada por amplia cenefa constituida por metopas, unas con ajedrezado inclinado con los escaques
alternando por cuadros de segmentos con otros lisos, y las otras metopas compuestas por columnas formadas por grupos paralelos de cinco
o seis líneas incisas verticales y lisas. Pasta gris clara con pequeño
desgrasante calizo y superficies alisadas con tonos variados que van
del gris oscuro al pardo claro. Mide: diám. máximo 193 mm., diám.
boca, 190 mm.; alt., 120 mm. (fig. 1 y Lám. I).
Desgraciadamente fue hallada de manera casual, desconociendo,
por lo tanto, su exacta localización así como su posición estratigráfica. Este hecho nos impide, como es obvio, su atribución a un nivel
concreto, privándonos de un elemento más para la cronología del nivel al que pertenecería, así como de conocer uno de los momentos en
que se producen influencias y préstamos exteriores. Datos estos, de
gran interés, dada la. problemática existente en el País Valenciano en
torno a lo que podríamos llamar Bronce Final-Hierro I (9).
(9) E. PLA DALLESTER: «El problema del tránsito de la Edad del Bronce a la del Hierro en la Re·
gión Valenciana». Crónica del V C. N. Arq. (Zaragoza 1957). ;'!aragoza 1959, pág. 132.
D. FLETCHER: ~La Edad del Hierro en el Levante espai\oll, IV Congrsao In ter. de Ciancias Prehistóricas y Protohistóricas. Madrid. 1954.
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VASO DE LOS VI!LARES
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El vaso de Los Villares por sus rasgos morfológicos y tras su comparación con los hallazgos de otras zonas peninsulares donde el horizonte preibérico está defmido y sistematizado, como a continuación
veremos, presenta ciertos rasgos emparentables con éste a la vez qUe
posee otros que le son propios y característicos.
o
Fig. l.
En efecto, en los campos de urnas catalanes se observa a lo largo
del período una evolución en las formas cerámicas que ya desde las
urnas de cuerpo bicónico hacia fornias más globulares, llegando en
algunos casos a ser ovoides sin dejar de evidenciar basta el último
momento su primitiva forma bicónica. Esta tendencia ha sido seftalada, entre otros, por Maluquer (10), Palol (11) y Vilaseca (12). Para es-
(101
J. MALUQUER; d.aa culturas ballatatticu 8D Cataludu. Ampurlas VII-VIII. Barcelona 1946,
pág.JI5.
OlJ
P .. de PALOL: d.a necrOpollil ballatattica de Agullmu, Bibl. Prae-bistórlca Hispana, Madrid
1958, pág. 223.
(12) S. VILASECÁ: cReus y &u entorno en la Prebiatoriu. Asociación de Estudios Reusenses, Reus
1973, pág. 259.
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E. PLA BALLESTER y M. GlL-MARCARELL
tos autores una de las características fundamentales del momento
avanzado de la cultura de los campo de urnas son las vasijas de cuerpo globular en contraposición al perfil en S quebrada propia de los vasos precedentes, así las vemos en Les Obagues de Ulldemolins (13),
Colomina de Gerp (14), en algunas de Roques de San Formatge (15),
en Can Missert de Tarrasa {16), etc. Ahora bien, si en el perfil del
cuerpo encontramos alguna semejanza, no ocurre lo mismo con el resto de los elementos constitutivos del vaso: el galbo de los bordes suele
ser, dentro de su variedad, exvasado, recto o cUIVado; predominan
J.os pies altos; las asas son grandes y generalmente acintadas y, fmalmente, la decoración incisa, frecuente en los campo de urnas catalanas, difiere en cuanto a motivos y aspecto general del vaso que estudiamos. Quizá sea en los vasos de ofrendas donde podríamos encontrar los precedentes más exactos por su tamaño y forma, pero desgraciadamente éstos se encuentran menos sistematizados. A pesar de lo
cual Palol señala para Agullana una evolución que va desde los bicónicos con decoración incisa a los esféricos con tendencia al cuenco en
los tipos más modernos (17),
Los paralelismos del vaso de Los Villares con los de este mismo
horizonte .cultural en el Bajo Aragón, sin ser en ningún caso exactos,
presentan una mayor semejanza. Los perfiles bitroncocónicos suaves
tendiendo a globulares, los encontramos en Roquizal del Rullo (18)
donde la base suele ser plana o ligeramente cóncava; el asa, situada a
la mitad del vaso, de saliente perforado y finalmente predomina la decoración a base de incisiones formando motivos variados entre ellos
rombos rellenos de trazos incisos (19). El perfil con tendencia globular
y con el mismo tipo de asa lo encontramos también en Azaila (20) y en
(13)
las urnas
( 14)
1964-65,
(15)
Exc. Arq.
s. VILASECA: •El campo de Urnas de les Obagues del Montsant y la evolución de la cultura de
en el sur de CataluñYI. Arch. Esp. de Arq. 66, Madrid 1948, pág. 28.
L. DIEZ CORONEL: •La necrópolis de Colomina de Gerp (Lérida)•. Ampurias 26-27, Barcelona
pág. 71.
R. PITA y L. DIEZ CORONEL: ~La necrópolis de Roques de San Formatge en Seras (Lérida].
en España 59, Madrid 196!1,
(161 M. ALMAGRO: •Los campos da urnu en :Espa1l.W1 en Historia de :España dirigida por Menéndez
Pida!, T. l., Madrid 1952, pág. 161. flg. 122c.
(171 Ob. cit nota 11, núms. 44, 90 y 30 bis.
(181 J, CABRE: •Excavaciones en el Roquizal del Rullo, término de Fabera, provincia de Zaragoza,
dirigidas por don Lorenzo Pérez Temprano-. M. J. S. E. A. nUm. 101, Madrid 1929, Lám.lX, XII y XIII.
( 19) Ob. cit nota anterior, LAm. VIII.
(20) M. BELTRAN LLORIS: 1Arqueologla e historia de las ciudades antiguas del Cabezo de AlcaM
do Araila (Teruell~. Zarogoza 1967, flg. 11, núm. 606 y fig. 21, núm. 22.
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VASO DE LOS VILLARES
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los cuencos de Cabezo de Monleón (21), Zafaras (22) y Tossal
Redo (23); las decoraciones a base de rombos en Escondinas Altas (24) y San Cristóbal de Mazaleón (25). Sin embargo estas incisiones
son siempre mucho más profundas, anchas y menos cuidadas que las del
vasc que nos ocupa asi como los bordes altos y abiertos, en el Bajo Aragón, difieren asimismo del nuestro.
Otra zona, que dada la situación geográfica de Los Villares, nos
seria de gran interés es la de la Meseta Sur y concretamente Cuenca y
Albacete pero por desgracia los hallazgos son escasos y mal conocidos. Así, en Cuenca, aparte la necrópolis de Las Madrigueras (26),
se sabe de la existencia de yacimientos de este momento, tales como Villar
del Horno, Villanueva de los Escuderos, Uclés, etc. (27) pero todos ellos
inéditos.
También podríamos encontrar semejanzas, más o menos aproximadas, en otras áreas tanto peninsulares como francesas, pero creemos que dado el carácter del estudio que realizamos y su finalidad,
los argumentos arriba esbozados son suficientes para situar el vaso
cultural y cronológicamente.
Hemos dejado deliberadamente para el final la zona del País Valenciano debido a su problemática especifica. Desde la publicación de
Pla Ballester (28) hasta nuestros días, los hallazgos pertenecientes a
este momento cultural, se han ido incrementando y aunque es prematuro intentar una sistematización de este periodo, podemos afirmar
que se nos presenta con una enorme complejidad a juzgar por las diversas influencias que se manifiestan las que quizá cristalicen en una facies propia que estamos todavía lejos· de definir.
(21) A. llELTRAN: •Prehistoria del Bajo Aragón». Zaragoza 1965,_p~g. 130.
l'. JORDA y V. DURBAN: «Una nueva estación de cerámica axdsa, El Vado (Caspel•. Crónica del Il C.
N. Arq. (Madrid, 1951). Zaragoza 1955, pé.g. 363, fig. l.
A. BELTRAN: •Avance sobre la ceré.mica excisa del Cabezo de Monleón, Caspeo. Crónica del IV C. N.
Arq. (Burgos 19551. Zaragoza 1957, tipo 1 y 2.
(221 M. PELLICER: .Zé.foras, nuevo yacimiento con ceré.mica exclsa en Caspa•. Crónica del V C. N
Arq. (Zaragou 19571. Zaragoza 1959, fig. 3.
(231 P. BOSCH GIMPERA: •Campanya arqueol<'Jglca de I'Instltnt d'Estudis Catalana allimit da Catalunya i Aragó». AIEC, 1913-14, pé.g. 822, fig. 59 a.
(241 P. BOSCH GIMPERA: «Les investigacions de la cultura ibérica al Baix Aragóo. 1\.IEC 1915·¿0.
644! nll. 456.
páB.
(25) Ob. cit. nota anterior, pé.g. 644.
(26) M. ALMAGRO GORBEA: tLa necrópolis de las Madrigueras!. Bfbl. Praehlstorica Hispana. vol.
X, Madrid 1969.
(27) M. OSUNA: d'oblamfento primitivG en la provincia de Cuenca (Paleolítico a romani~ación)•.
Revista cuenca núm. 7, Cuenca 1975, sin paginación.
128
Ob. cit. núm. 9.
-
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E PLA BALLESTER y M. GIL·MARCARELL
L1.s incisiones como motivo decorativo están ausentes, salvo excepciones, en el Bronce Valenciano, reapareciendo en su momento final y siendo ya frecuentes en horizontes preibéricos. Las encontramos
:mr ejemplo en los yacimientos de Castellet (29), Torre de Foyos (30),
vinarragell (311, Cova del Cavall 1321, Mola d'Agres (331 y Villena (341.
tiliora bien, la técnica y los mismos motivos varlan considerable~
mente entre unos y otros yacimientos (35) pudiendo incluir el vaso de
Los Villares entre aquellos cuya técnica es más cuidada y los motivos
más complejos y elaborados.
Si la decoración encaja dentro de este momento, no así su forma.
Esta, por el contrario, la e~contramos en el nivel superior, ibérico, del
mismo poblado, en vasos hechos a torno, sin asas, de borde vuelto hacia afuera y con el cuerpo globular, habiendo perdido su primitiva
forma bitroncocónica.
Como conclusión a lo dicho hasta ahora, podemos afirmar, que
nos encontramos ante una fonna cerámica de tradición Bronce Final-Hierro I como lo evidencia su forma globular con rasgos de las bitroncacónicas, el tipo de asa y su decoración incisa. Por la forma del borde,
por la técnica de las incisiones, por el motivo decorativo y finalmente por
su aspecto general creemos que la podemos incluir en un momento avanzado de aquella etapa.
El problema se plantea a la hora de darle una cronología absoluta.
Atendiendo a la estratigrafia del yacimiento, no cabe duda que debe
situarse entre el nivel inferior y medio. En aquel existen,junto con cerámicas características del Bronce Valenciano, otras incisas pero realizadas de modo más tosco y descuidado que el vaso que tratamos, lo
que nos inclina a considerarlas de cronología más antigua. Por otra
(29) f. ESTE VE: rUn poblado de lo. primara Edad del Hierro en la Plana de Cas!ellón.. Ampurias 6,
Barcelona 1944, pág. 141.
(30) M. GIL-MASCARELL: «La Torre de Foyos ILlucena, Costellól. Elementos para su cronologi~L>.
En prensu.
(31) N. MESADO: oVlnarragell (Burrlana-Ca"stellónl~. Trabajo Varios del S. l. P. núm. 46. Valencia
1974..
1321 Véase en este misma volumen C. MATA: d.a cova del Ca.vaU y 11noa enterramientos en urnas
de Liria (Valencia)~.
(33) VéB91! en este mhmo volumen CENTRE d'ESTUDIS CONTESTANS: 1La Mola d'Agres».
(34) J. M. SOLER: JEL tesoro de Villenal. Exc. A.rq. en España, 36, Madrid 1965.
(35) No es este ellug~r de analizlll' estas difeNinclas y sus posibles causas sino simplemente dejar
constancia de! hecho.
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VASO DE LOS VILLARES
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parte, en el nivel medio, hoy por hoy, sólo han aparecido cerámicas a
torno. El vaso rio encaja, pues, plenamente en ninguno de los dos niveles. Ante ello, y teniendo en cuenta los elementos analizados hasta
p.hora, creemos, que no resultaría aventurado situarlo a lo largo del
siglo VI a. de C. lo que equivale a incluirlo o bien en el momento final
del nivel inferior o bien en el inicio del medio.
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PLA-Gil MASCA RELL-Vaso de l os Villares
LAM. 1
...
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