Restauración y conservación del timiaterio de la Casa de la Quéjola (Albacete)
H. García Martinez
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ARClUVO DB P.REHISTORJA LEVANTINA
~·· XXJ (Valeocll, 1994)
Hel.ena GAA.CJA MARTlNEZ*
RESTAURACIÓN Y CONSERVACIÓN DEL TIMIATERIO DE
LA CASA DE LA QUÉJOLA (ALBACETE)
INTRODUCCIÓN
El timiaterio (fig. 1) fue hallado de forma casual a fmales de 1986 en una pequeña loma cerca
de ]a carretera local que une San Pedro y Casas de Lázaro, junto a la alqueria denominada «Casa
de la Quéjola», siendo depositada por su descubridor en el Museo de Albacete.
Prospecciones realizadas eo el yacimiento arrojaron gran cantidad de cerámica ibérica local.
en su mayoría sin decorar y, s61o en algunos casos, pintada con los caracterfsticos motivos ibéricos
en colores rojo-vinoso. Es importante destacar, en relación con eJ origen de la pieza, que no se
documentó en superficie la existencia de cerámica de importación.
la figura ha sido publicada por D. Ricardo Olmos y D. Manuel Fernández Miranda en el «Archivo Espaf1ol de Atqueologia», vol. 60, números 155-156, correspondientes al afto 1987, de donde
extraeremos algunos datos de su desertpción.
Se trata de «una figura femenina desnuda, que sostiene sobre su cabeza una cazoleta para
perfumes [...).las d.tmensiones son: altura total, 25'7 cm; de la mujer, hasta eliU'ranque del vástago,
18'2 cm. El diámetro total de la cazoleta, 12'6 cm, el interior, 6'7 cm; profundidad de la misma,
2'6 cm».
Probablemente, como se ha documentado en otras piezas, la cazoleta sostendría una tapadera
para retener el aroma de los perfumes depositados en su interjor; ésta quedaría apoyada sobre el
ancho labio de aquélla. La cabeza de la mucha.eha se une a la cazoleta mediante una flor de Joto,
propia de otros timiaterios también orientalizantes (fig. 2).
La figura aparece en actitud oferente, con la pierna izquierda ligeramente adelantada~ sin doblar
la rodilla, intentando representar movimiento de una manera muy arcaica. Los brazos están doblados
hacia adelante en ángulo .recto; con la mano derecha sujeta una paloma por las patas y la izquierda
tiene el pUOo cerrado, se~ente agarrando algún objeto que no ha llegado hasta nosotros.
'llunpoco podemos saber el tipo de base en el gue se sustentarla. E~ cuerpo, en general, es
de proporciones delgadas, con las caderas y senos muy poco pronunciados.
• CJ Nuestra Seflora de la Victoda, 13, lOD. 02001 Albacete.
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H. G.ARCll\ MAJITJNEZ
2
Fig.]
«El rostro triangular. está enmarcado por un peinado, al modo de peluca egipcia, que se divide
sistemáticamente en dos bandas, a ambos lados de la frente, para reposar suavemente sobre los
hombros. De él se despr:enden, por delante, dos largas trenzas que caen sobre el peeho. El borde
de los párpados y las cejas están muy marcados, resaltándose en relieve sobre el rostro».
Como se dijo anteriormente, los autores citados sostienen que se tratá do «una producción
orientalizante del SI.P' penin:sulan~. basándose ell el collar de flores de loto que sustenta la cazoleta,
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RLSIAURACIÓ
DEL TIMIATERIO DE CASA DE LA QUJ':JOLA
3
Fig. 2
«propio de los timiaterios orientalizantes», y en algunos para lelos como el jarro de Yaldegamas,
o el Sileno simposiasta de la Capilla (Badajoz), obra ésta que comparte con la nuestra algunos rasgos propios de tos talleres locales que imitan e interpretan modelos influidos por el helenismo. Ello
indicaría para el timiaterio, así como para las piezas mencionadas, su origen en «un taller que surge
bajo la influencia del mundo fenicio occidental, acaso de la misma Cádit».
De ser cierta su procedencia de un taller anda luz, habría que explicar su aparición en la provincia de Albacete por la gran difusión comercial que estos objetos tuvieron. dado su carácter de lujo
y su función ritual, documentada por el camino de penetración andalul occidental y extremeño, y
que en este caso apuntaría hacia la vía «Heráclea», que unió antiguamente Andalucía con A l bacete.
La paloma y la relación del objeto con el perfume vinculan a esta mujer al ámbito de la Astané
oriental, pudiendo tratarse de la misma diosa o, más probablemente, debido a su juventud, una
hetera o sierva de la diosa.
En cuanto a la cronología, se dan como posibles las ultimas décadas del siglo VI y la primera
mitad del siglo v. siendo este momento avanzado el más probable. La presencia de una mujer des·
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H. GARCiA MARTÍNEZ
Fig. 3.-Vista frontaL
Fig. 4.-Vista dorsal.
nuda en la iconografía de una cultura tan poco dada a las representaciones antropomorfas como
la ibérica de este periodo, se explicaría por su función sacral.
Se trata, en definitiva, del timiaterio de bronce «iconográfica y artesanalmente más rico de
los hasta ahora conocidos en la Península».
TÉCNICA DE FABRICACIÓN
El cobre es el metal más utilizado en la metalurgia artística, quizás por su abundancia en la naturaleza, facilidad de aleación y por sus propiedades físicas, una de las cuales, la maleabilidad, lo hace
apto para ser trabajado en láminas, cincelado o labrado en frío, al igual que el oro o la plata. Sin
embargo, la mayoría de los objetos de cobre están realizados por medio de la fundición y el colado.
Para su realización, es necesario alearlo con otro metal, especialmente el estaño, ya que su
punto de fusión es alto (1.085 grados centígrados), y tiene un escaso grado de fluidez. Aleado baja
el punto de fusión y aumenta la fluidez, permitiendo verterlo en un molde y con un colado homogéneo, pero en estado sólido el bronce obtenido es más duro y frági l cuanto más porcentaje tenga
de estaño (1).
(1) C. MALTESE tcoord.): LAs téCJiicas artísticas. Manuales Arte Cátedra, Madrid, 1985, pp. 42·59.
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RESTAURACIÓN DEL IIMIATERIO DE CASA DE LA QUÉJOLA
S
El timiaterio está realizado en bronce con la técnica de la «cera perdida» y consta de dos piezas
independientes, unidas mediante un vástago bitroncocónico, que surge de Ja cabeza de la mujer.
La técnica de fundición por la cera 'j)Crdida es un procedimiento indirecto, ya que el artista
trabaja un material que no es el mismo que el de la obra acabada.
Esta técnica hizo posible la realización de piezas complicadas en bronce a partir de un molde
de barro de una sola pieza. Este molde es el resultado de la aplicación del barro sobre un modelo
positivo de cera.
la cera se funde a1 contacto con el bronce, que sustituye la oquedad dejada por ésta. El resultado es una pieza maciza. de metal., por lo que esta técnica sólo sirve para objetos relativamente pequedos.
Luego son imprescindibles retoques para eliminar canales, también rellenos de bronce, que sirvieron de bebedero, y otros a través de Jos cuales la cera y los gases de fundición tuvieron salida
al exterior.
ESTADO DE CONSERVACIÓN
El timiaterio se encuentra fragmentado e incompleto. Falta parte de la solapa superior del quemaperfumes, el vástago del pie derecho que se introducia en el pedestal y el objeto que sostenla
en su mano izquierda.
Al exterior de la cazoleta presenta una incisión reciente, quizás realizada con la herramienta
con la cual se extrajo de la tierra.
En cuanto a la naturaleza del bronce, presumiblemente es de buena calidad, ya que no se observan alteraciones profundas y la pátina es muy estable, pesando cuando llegó al laboratorio 1.346 g.
Se observan concreciones generalizadas ajeñas al metal~ menos masificadas en el lazo izquierdo
(medio rostro, brazo y pierna), que descubren parte de la pátina, pero no de forma suficientemente
clara como para asegurar que la pieza descan.s6 sobre un lado, con el resto a la intemperie hasta
su total colmatación. Estas adherencias son calcáreas y terrosas, produciéndose desprendimiento
de anhfdrido carbónico cuando se ataca una muestra con ácido. Con la tierra aparecen mezcladas
cenizas, más acusadas en la parte posterior de las piernas.
La corrosión del bronce es debida a rea~ones quimicas y electroquimicas que actúan según
sea la composición del metal y el ecosistema al.que está expuesto. Estas alteraciones pueden formar
pátinas ~stables que prowgen el metal, o una minerálización .inestable que lleve a una corrosión
progresiva y a la destrucción del bronce pQr disolución.
Las alteraciones que la pieza tiene esencialmente son óxido cúprico (tenorita), de color negro,
que forma pátina estable y unüor.me, ioterrümpida por concreciones deforman tes de óxido cuproso
(cuprita), de color rojo. 'Dlmbién se pueden observar cloruro cúprico (atacamita), en pequetlas picaduras muy dispersas y localizadas gracias al color verde que obtienen al hidratarse; y cloruro cuproso (nantoquita), en forma de una capa cerúrea blanquecipa, más abundante que el anterior pero
menos visible.
Podemos concluir en cuanto a las diferentes zonas de corrosión que, debajo de las concreciones
calcárea compactas, presenta una pátina estable de tenorita mientras que, en Jas partes cubiertas
con ceniza y tierra, más blandas y pulverulentas. aparecen manchas de cuprita y cloruro cuproso
(fig. 3 y 4).
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H. GARCÍA, MAKI1NEz
RFSTAURACIÓN Y CONSERVACIÓN
Aptes de la restauración, enten~da CQmo una manipulación directa sobre el objeto, son nece,
sacios exámenes diversos, fotografias,, análisis de muestras... , que nos faciliten 1a obtención de ciertos datos como composición, técnica de fabricación, estado de conservación, etc. Esta documenta·
ción previa nos ayudará a la elección
un tratamiento que se limite a la estabilización de los
procesos de degradación, asegurándonos su conservación, con la absoluta reversibilidad de los materiales que se utilicen.
En primer lugar, se realizó una limpieza encaminada a una mayor legibilidad del objeto. El
estudio sobre el estado de conservación nos confmna una resistencia adecuada para un tratam~nto
mecánico, ayudándonos con cepillos de élistintas durezas, lápiz de fibra de vidrio y bisturles. Con
esta limpieza ~e eliminaron adherencias ajenas al metal ·y se rebajó la cuprita basta el nivel de la
tenorita. Ofrecieron especial resistencia las concreciones del interiot de la cazoleta. Este primer
proceso permitió observar en detalle el peinado, realizado con incisión, los adornos de los brazos
y el punteado del vello del pubis.
Se introdujo en una cámara donde la humedad relativa era de, aproximadamente, el 75% durante 24 horas. En este periodo se hidrolizaron varios cloruros en el pecho, vientre, espalda y cazoleta. Para su. estabilización se sometieron a un tratamiento electrogufmico conocido con el nombre
de «Rosemberg», basado en la fonnación de una pila entre Jos dos metales. El objeto de bronce
se pone en contacto con otro ,metáJ más electronegativo, aluminio o zinc por ejemplo, y se facilita
la reacción con un electrolito en un medio de alta humedad relativa. En este caso, el alqminio
o zinc harían las funciones de ánodo y se oxidarfan, favoreciendo la reducción del bronce (2).
Después del tratamiento se introdujo de nuevo en la cámara de humedad para comprobar su
efectividad.
El secado posterior es muy importalitt; ya que si quedara agua en los poros, podría originar
uo electrolito y la corrosión.
Cuando la limpieza y estabilización están garantizadas se aplican unos sistemas de protección
con el fin de aislar el metal del medio agresivo, interponiendo algún tipo de barrera entre ambos.
Aunque son muchos los medios ~ protección de los metales, en restauración sólo aplicamos
aquéllos que no supongan alteración apreciable en el aspecto de la pieza, dividiéndolos por su naturaleza en inhibidores y capas de protecCión.
los jnhibidores son compuestos o sustancias quimicas que, debidamente aplicadas, retienen
o retrasan la corrosión del objeto metálieo, formando por pasivación una capa generalmente absorbida en su superficie. Cada metal tiene un inhibidor específico, que en el caso del bronce es benzotriazol (3).
Las capas de protección fueron dos y1 a diferencia de la anterior, crean- una pellcula superficial
sin combinarse con el bronce. La primera fue una resina termoplástica (4). Posee un alto grado
de dureza y flexibilidad, por lo que pueden formarse peliculas finas y transparentes. Es permanentemente soluble en disolventes orgánicos (S).
ae
(2) l. MAt;l.F.Oo DoNAU>: Conservation of corroed copper alloys: A comparison of new and traditional metbos for
removing chloride ions. Studles In Conservation, 32, J987, pp. 25-40.
(3) Según recomienda V. GRlíENB: El uso det Benzotrlazo/ tn conservación. Pbiladelphla Museum. La proJ>Qrcíón utiIJzada fue deJ 3% de benzotriazol en una solución del alcohol etllico y agua desioni.zada a partes iguales, por inmersi.ón.
(4) K . W. .Au.EN: Adhesion and adhesives -sorne fundamental adhesives and consoJ.i4an. Preprlnts of the contributions to the .Jtuis Congress, September, 1984, j)p. s.J2.
(5) Se usó PARALI..OID B-72 al S% en acetona y aplicada a pincel.
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RESTAURACIÓN DEL TIMIATERID DE CASA DE LA QUÉJOLA
La última protección fue cera microctistalina (6). Es semisintética, obtenida como subproducto
de la refinación del petróleo, tiene estructura. cristalina que le imprime gran plasticidad. Una vez
aplicada da un aspecto agradable y no retiene el polvo (7).
El peso del· timiaterio después del tratamiento es de 1.339 g.
Se realizó una peana en metacrilato. Pata su sujeción se introdujeron los vástagos que sustituyen los pies de la figura en dos orificios taladrados en el metacrilato. Se exhibió por P!imera vez
en la exposición itinerante <
Albacet.e.
ADDENDA
Estando el artículo ya en prensa hemos recibido los análisis cuantitativos por fluorescencia
de Rayos X del timiaterio ·de la Casa de la Quéjola, reatizádos por Salvador Rovira Llorens en el
Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, cuyos resultados se e_xponen en
el cuadro que a continuación presentamos (% expresado en peso):
Objeto
Pe
0.152
0.176
0.145
0.164
0.170
Espalda ....
GJúteo .....
f.oto .......
Pantorrilla
Platillo ....
NI
Cu
.Ag
$n
Sb
Pb
od
73.31
78.01
62.05
59.87
63.64
0.027
0.024
0.022
0.02J
0.025
6.983
1.485
6.849
1.426
6.593
0.058
0.068
0.059
0.062
0.054
19.41
14.23
30.71
32.4ó
29.42 .
nd
0.103
nd
0.090
•.
(6) R. JOHNSO.N: Tbe reJDova.l of miCIOC(Yialline wax Crom arcbaelogical ironwork. Preprints of the conmoution to
the 1tuis CongJ'I!$$_, September, 1984, pp.l07-109.
(7) Se usó MICROFLBX disuelta en White Spirit, aplicada a píncd con ayuda de una fuente de calor.
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A
B
Lám. 1.- Timiaterio de la Casa de la Quéjola. A: antes del trata miento. B: después del tratamiento.
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~·· XXJ (Valeocll, 1994)
Hel.ena GAA.CJA MARTlNEZ*
RESTAURACIÓN Y CONSERVACIÓN DEL TIMIATERIO DE
LA CASA DE LA QUÉJOLA (ALBACETE)
INTRODUCCIÓN
El timiaterio (fig. 1) fue hallado de forma casual a fmales de 1986 en una pequeña loma cerca
de ]a carretera local que une San Pedro y Casas de Lázaro, junto a la alqueria denominada «Casa
de la Quéjola», siendo depositada por su descubridor en el Museo de Albacete.
Prospecciones realizadas eo el yacimiento arrojaron gran cantidad de cerámica ibérica local.
en su mayoría sin decorar y, s61o en algunos casos, pintada con los caracterfsticos motivos ibéricos
en colores rojo-vinoso. Es importante destacar, en relación con eJ origen de la pieza, que no se
documentó en superficie la existencia de cerámica de importación.
la figura ha sido publicada por D. Ricardo Olmos y D. Manuel Fernández Miranda en el «Archivo Espaf1ol de Atqueologia», vol. 60, números 155-156, correspondientes al afto 1987, de donde
extraeremos algunos datos de su desertpción.
Se trata de «una figura femenina desnuda, que sostiene sobre su cabeza una cazoleta para
perfumes [...).las d.tmensiones son: altura total, 25'7 cm; de la mujer, hasta eliU'ranque del vástago,
18'2 cm. El diámetro total de la cazoleta, 12'6 cm, el interior, 6'7 cm; profundidad de la misma,
2'6 cm».
Probablemente, como se ha documentado en otras piezas, la cazoleta sostendría una tapadera
para retener el aroma de los perfumes depositados en su interjor; ésta quedaría apoyada sobre el
ancho labio de aquélla. La cabeza de la mucha.eha se une a la cazoleta mediante una flor de Joto,
propia de otros timiaterios también orientalizantes (fig. 2).
La figura aparece en actitud oferente, con la pierna izquierda ligeramente adelantada~ sin doblar
la rodilla, intentando representar movimiento de una manera muy arcaica. Los brazos están doblados
hacia adelante en ángulo .recto; con la mano derecha sujeta una paloma por las patas y la izquierda
tiene el pUOo cerrado, se~ente agarrando algún objeto que no ha llegado hasta nosotros.
'llunpoco podemos saber el tipo de base en el gue se sustentarla. E~ cuerpo, en general, es
de proporciones delgadas, con las caderas y senos muy poco pronunciados.
• CJ Nuestra Seflora de la Victoda, 13, lOD. 02001 Albacete.
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Fig.]
«El rostro triangular. está enmarcado por un peinado, al modo de peluca egipcia, que se divide
sistemáticamente en dos bandas, a ambos lados de la frente, para reposar suavemente sobre los
hombros. De él se despr:enden, por delante, dos largas trenzas que caen sobre el peeho. El borde
de los párpados y las cejas están muy marcados, resaltándose en relieve sobre el rostro».
Como se dijo anteriormente, los autores citados sostienen que se tratá do «una producción
orientalizante del SI.P' penin:sulan~. basándose ell el collar de flores de loto que sustenta la cazoleta,
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RLSIAURACIÓ
DEL TIMIATERIO DE CASA DE LA QUJ':JOLA
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Fig. 2
«propio de los timiaterios orientalizantes», y en algunos para lelos como el jarro de Yaldegamas,
o el Sileno simposiasta de la Capilla (Badajoz), obra ésta que comparte con la nuestra algunos rasgos propios de tos talleres locales que imitan e interpretan modelos influidos por el helenismo. Ello
indicaría para el timiaterio, así como para las piezas mencionadas, su origen en «un taller que surge
bajo la influencia del mundo fenicio occidental, acaso de la misma Cádit».
De ser cierta su procedencia de un taller anda luz, habría que explicar su aparición en la provincia de Albacete por la gran difusión comercial que estos objetos tuvieron. dado su carácter de lujo
y su función ritual, documentada por el camino de penetración andalul occidental y extremeño, y
que en este caso apuntaría hacia la vía «Heráclea», que unió antiguamente Andalucía con A l bacete.
La paloma y la relación del objeto con el perfume vinculan a esta mujer al ámbito de la Astané
oriental, pudiendo tratarse de la misma diosa o, más probablemente, debido a su juventud, una
hetera o sierva de la diosa.
En cuanto a la cronología, se dan como posibles las ultimas décadas del siglo VI y la primera
mitad del siglo v. siendo este momento avanzado el más probable. La presencia de una mujer des·
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Fig. 3.-Vista frontaL
Fig. 4.-Vista dorsal.
nuda en la iconografía de una cultura tan poco dada a las representaciones antropomorfas como
la ibérica de este periodo, se explicaría por su función sacral.
Se trata, en definitiva, del timiaterio de bronce «iconográfica y artesanalmente más rico de
los hasta ahora conocidos en la Península».
TÉCNICA DE FABRICACIÓN
El cobre es el metal más utilizado en la metalurgia artística, quizás por su abundancia en la naturaleza, facilidad de aleación y por sus propiedades físicas, una de las cuales, la maleabilidad, lo hace
apto para ser trabajado en láminas, cincelado o labrado en frío, al igual que el oro o la plata. Sin
embargo, la mayoría de los objetos de cobre están realizados por medio de la fundición y el colado.
Para su realización, es necesario alearlo con otro metal, especialmente el estaño, ya que su
punto de fusión es alto (1.085 grados centígrados), y tiene un escaso grado de fluidez. Aleado baja
el punto de fusión y aumenta la fluidez, permitiendo verterlo en un molde y con un colado homogéneo, pero en estado sólido el bronce obtenido es más duro y frági l cuanto más porcentaje tenga
de estaño (1).
(1) C. MALTESE tcoord.): LAs téCJiicas artísticas. Manuales Arte Cátedra, Madrid, 1985, pp. 42·59.
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S
El timiaterio está realizado en bronce con la técnica de la «cera perdida» y consta de dos piezas
independientes, unidas mediante un vástago bitroncocónico, que surge de Ja cabeza de la mujer.
La técnica de fundición por la cera 'j)Crdida es un procedimiento indirecto, ya que el artista
trabaja un material que no es el mismo que el de la obra acabada.
Esta técnica hizo posible la realización de piezas complicadas en bronce a partir de un molde
de barro de una sola pieza. Este molde es el resultado de la aplicación del barro sobre un modelo
positivo de cera.
la cera se funde a1 contacto con el bronce, que sustituye la oquedad dejada por ésta. El resultado es una pieza maciza. de metal., por lo que esta técnica sólo sirve para objetos relativamente pequedos.
Luego son imprescindibles retoques para eliminar canales, también rellenos de bronce, que sirvieron de bebedero, y otros a través de Jos cuales la cera y los gases de fundición tuvieron salida
al exterior.
ESTADO DE CONSERVACIÓN
El timiaterio se encuentra fragmentado e incompleto. Falta parte de la solapa superior del quemaperfumes, el vástago del pie derecho que se introducia en el pedestal y el objeto que sostenla
en su mano izquierda.
Al exterior de la cazoleta presenta una incisión reciente, quizás realizada con la herramienta
con la cual se extrajo de la tierra.
En cuanto a la naturaleza del bronce, presumiblemente es de buena calidad, ya que no se observan alteraciones profundas y la pátina es muy estable, pesando cuando llegó al laboratorio 1.346 g.
Se observan concreciones generalizadas ajeñas al metal~ menos masificadas en el lazo izquierdo
(medio rostro, brazo y pierna), que descubren parte de la pátina, pero no de forma suficientemente
clara como para asegurar que la pieza descan.s6 sobre un lado, con el resto a la intemperie hasta
su total colmatación. Estas adherencias son calcáreas y terrosas, produciéndose desprendimiento
de anhfdrido carbónico cuando se ataca una muestra con ácido. Con la tierra aparecen mezcladas
cenizas, más acusadas en la parte posterior de las piernas.
La corrosión del bronce es debida a rea~ones quimicas y electroquimicas que actúan según
sea la composición del metal y el ecosistema al.que está expuesto. Estas alteraciones pueden formar
pátinas ~stables que prowgen el metal, o una minerálización .inestable que lleve a una corrosión
progresiva y a la destrucción del bronce pQr disolución.
Las alteraciones que la pieza tiene esencialmente son óxido cúprico (tenorita), de color negro,
que forma pátina estable y unüor.me, ioterrümpida por concreciones deforman tes de óxido cuproso
(cuprita), de color rojo. 'Dlmbién se pueden observar cloruro cúprico (atacamita), en pequetlas picaduras muy dispersas y localizadas gracias al color verde que obtienen al hidratarse; y cloruro cuproso (nantoquita), en forma de una capa cerúrea blanquecipa, más abundante que el anterior pero
menos visible.
Podemos concluir en cuanto a las diferentes zonas de corrosión que, debajo de las concreciones
calcárea compactas, presenta una pátina estable de tenorita mientras que, en Jas partes cubiertas
con ceniza y tierra, más blandas y pulverulentas. aparecen manchas de cuprita y cloruro cuproso
(fig. 3 y 4).
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H. GARCÍA, MAKI1NEz
RFSTAURACIÓN Y CONSERVACIÓN
Aptes de la restauración, enten~da CQmo una manipulación directa sobre el objeto, son nece,
sacios exámenes diversos, fotografias,, análisis de muestras... , que nos faciliten 1a obtención de ciertos datos como composición, técnica de fabricación, estado de conservación, etc. Esta documenta·
ción previa nos ayudará a la elección
un tratamiento que se limite a la estabilización de los
procesos de degradación, asegurándonos su conservación, con la absoluta reversibilidad de los materiales que se utilicen.
En primer lugar, se realizó una limpieza encaminada a una mayor legibilidad del objeto. El
estudio sobre el estado de conservación nos confmna una resistencia adecuada para un tratam~nto
mecánico, ayudándonos con cepillos de élistintas durezas, lápiz de fibra de vidrio y bisturles. Con
esta limpieza ~e eliminaron adherencias ajenas al metal ·y se rebajó la cuprita basta el nivel de la
tenorita. Ofrecieron especial resistencia las concreciones del interiot de la cazoleta. Este primer
proceso permitió observar en detalle el peinado, realizado con incisión, los adornos de los brazos
y el punteado del vello del pubis.
Se introdujo en una cámara donde la humedad relativa era de, aproximadamente, el 75% durante 24 horas. En este periodo se hidrolizaron varios cloruros en el pecho, vientre, espalda y cazoleta. Para su. estabilización se sometieron a un tratamiento electrogufmico conocido con el nombre
de «Rosemberg», basado en la fonnación de una pila entre Jos dos metales. El objeto de bronce
se pone en contacto con otro ,metáJ más electronegativo, aluminio o zinc por ejemplo, y se facilita
la reacción con un electrolito en un medio de alta humedad relativa. En este caso, el alqminio
o zinc harían las funciones de ánodo y se oxidarfan, favoreciendo la reducción del bronce (2).
Después del tratamiento se introdujo de nuevo en la cámara de humedad para comprobar su
efectividad.
El secado posterior es muy importalitt; ya que si quedara agua en los poros, podría originar
uo electrolito y la corrosión.
Cuando la limpieza y estabilización están garantizadas se aplican unos sistemas de protección
con el fin de aislar el metal del medio agresivo, interponiendo algún tipo de barrera entre ambos.
Aunque son muchos los medios ~ protección de los metales, en restauración sólo aplicamos
aquéllos que no supongan alteración apreciable en el aspecto de la pieza, dividiéndolos por su naturaleza en inhibidores y capas de protecCión.
los jnhibidores son compuestos o sustancias quimicas que, debidamente aplicadas, retienen
o retrasan la corrosión del objeto metálieo, formando por pasivación una capa generalmente absorbida en su superficie. Cada metal tiene un inhibidor específico, que en el caso del bronce es benzotriazol (3).
Las capas de protección fueron dos y1 a diferencia de la anterior, crean- una pellcula superficial
sin combinarse con el bronce. La primera fue una resina termoplástica (4). Posee un alto grado
de dureza y flexibilidad, por lo que pueden formarse peliculas finas y transparentes. Es permanentemente soluble en disolventes orgánicos (S).
ae
(2) l. MAt;l.F.Oo DoNAU>: Conservation of corroed copper alloys: A comparison of new and traditional metbos for
removing chloride ions. Studles In Conservation, 32, J987, pp. 25-40.
(3) Según recomienda V. GRlíENB: El uso det Benzotrlazo/ tn conservación. Pbiladelphla Museum. La proJ>Qrcíón utiIJzada fue deJ 3% de benzotriazol en una solución del alcohol etllico y agua desioni.zada a partes iguales, por inmersi.ón.
(4) K . W. .Au.EN: Adhesion and adhesives -sorne fundamental adhesives and consoJ.i4an. Preprlnts of the contributions to the .Jtuis Congress, September, 1984, j)p. s.J2.
(5) Se usó PARALI..OID B-72 al S% en acetona y aplicada a pincel.
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RESTAURACIÓN DEL TIMIATERID DE CASA DE LA QUÉJOLA
La última protección fue cera microctistalina (6). Es semisintética, obtenida como subproducto
de la refinación del petróleo, tiene estructura. cristalina que le imprime gran plasticidad. Una vez
aplicada da un aspecto agradable y no retiene el polvo (7).
El peso del· timiaterio después del tratamiento es de 1.339 g.
Se realizó una peana en metacrilato. Pata su sujeción se introdujeron los vástagos que sustituyen los pies de la figura en dos orificios taladrados en el metacrilato. Se exhibió por P!imera vez
en la exposición itinerante <
ADDENDA
Estando el artículo ya en prensa hemos recibido los análisis cuantitativos por fluorescencia
de Rayos X del timiaterio ·de la Casa de la Quéjola, reatizádos por Salvador Rovira Llorens en el
Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, cuyos resultados se e_xponen en
el cuadro que a continuación presentamos (% expresado en peso):
Objeto
Pe
0.152
0.176
0.145
0.164
0.170
Espalda ....
GJúteo .....
f.oto .......
Pantorrilla
Platillo ....
NI
Cu
.Ag
$n
Sb
Pb
od
73.31
78.01
62.05
59.87
63.64
0.027
0.024
0.022
0.02J
0.025
6.983
1.485
6.849
1.426
6.593
0.058
0.068
0.059
0.062
0.054
19.41
14.23
30.71
32.4ó
29.42 .
nd
0.103
nd
0.090
•.
(6) R. JOHNSO.N: Tbe reJDova.l of miCIOC(Yialline wax Crom arcbaelogical ironwork. Preprints of the conmoution to
the 1tuis CongJ'I!$$_, September, 1984, pp.l07-109.
(7) Se usó MICROFLBX disuelta en White Spirit, aplicada a píncd con ayuda de una fuente de calor.
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A
B
Lám. 1.- Timiaterio de la Casa de la Quéjola. A: antes del trata miento. B: después del tratamiento.
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,.
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